[Yo no soy el autor de este libro]. Por Cristian Geisse
El siguiente texto sirvió de presentación del libro Tres poemas (Valparaíso: Editorial Hebra, 2015) de Fernando Navarro Geisse realizada el 11 de diciembre de 2015 en la Furia del Libro por Cristian Geisse. Al respecto el autor señala: "lo que yo estoy tratando de hacer es un GOLEM. No un golem de barro,
sino un golem de palabras; no un golem hecho de vil materia, sino uno
construido a partir de discursos y textos".
Yo no soy el autor de este libro
No soy el autor de este libro.
Es importante repetirlo: No soy el autor de este libro. No soy el autor de este libro. No soy el autor de este libro.
Es importante entenderlo: No soy el autor de este libro. Que lo entienda el editor. Que lo entienda el diseñador del programa de la feria. Que lo entienda el lector, el furioso lector.
Este libro no lo hice yo, lo hizo mi doppelgänger. O algo así como mi doppelgänger: un doble mío, alguien parecido a mí, pero que no soy yo; definitivamente no soy yo.
Este libro lo hizo FERNANDO NAVARRO GEISSE y este no es un seudónimo, simplemente es otra persona.
Quizás como medida desesperada, porque siento que el proyecto no se entiende, hace aguas por varios lados y está a punto de desmoronarse, debo declararlo abiertamente: lo que yo estoy tratando de hacer es un GOLEM. No un golem de barro, sino un golem de palabras; no un golem hecho de vil materia, sino uno construido a partir de discursos y textos. Y yo quiero que esté vivo; no me interesa que me obedezca, quiero que viva, no necesariamente en la extrarreferencialidad, no solo dentro de los límites de la ficción, sino entre nosotros.
Para volverlo un poco más retorcido, un poco más divertido, este es un golem que también hace golems.
Al decir de Jorge Luis Borges:
Los artificios y el candor del hombre no tienen fin.
O bien:
el Golem es al rabino que lo creó, lo que el hombre es a Dios; y es también, lo que el poema es al poeta.
Por eso este libro se llama como se llama: TRES POEMAS, de la forma en que podría haberse llamado TRES GOLEMS, aunque por distintas razones jamás TRES HOMBRES.
Fernando Navarro Geisse ya ha hecho otros golems. Parte de los sucesos que lo llevaron a hacerlos se encuentran en otros libros: Los hijos suicidas de Gabriela Mistral y Los nortes que hay en el Norte (este último debiese encontrarse en el stand de Cinosargo ¡Cómprelo!). Por lo tanto este libro es una continuidad de esos otros libros y quizás también de otro: El pequeño odioso. Pero acá no me voy ni les voy a dar la lata de esos pormenores, solo quiero agregar lo siguiente: YO NO SOY EL AUTOR DE ESTE LIBRO. Lo hizo un golem o quizás un doppelgänger. Y para tratar de entenderlo, para tratar de salvar este, mi proyecto tan querido que se cae en estos mismos momentos a pedazos, escuchen por favor un par de citas que siguen a continuación. La primera es de Wolfgang Iser, quien señala:
La ficcionalización en la literatura apunta a un patrón integral en el ser humano: la estructura del doppelgänger.
El traductor Vicente Bernaschina Schürmann complementa esta cita diciendo:
estructura que se genera directamente de la posibilidad que propicia la ficcionalidad al poner en escena al lenguaje y sus usos tanto como a los sujetos que lo enuncian en diversas situaciones, como también la generación de un doble, en el cual es posible contemplarse cual espejo.
Y más adelante:
La ficcionalización permite al ser humano, algo que le ha sido privado por naturaleza: tenerse a sí mismo, ser presente para sí mismo. La ficcionalidad permite infinitas extensiones de uno en diversos mundos, pero a la vez evidencia de la carencia del ser humano de no ser presente para sí.
Voy a complementar con una última cita de un tipo extraordinario, despreciado con demasiada ligereza, porque creen que se ha convertido en su propio Golem, lo que es admirable desde mi punto de vista, todavía más cuando me parece que ha llegado muy lejos expandiendo y difuminando los límites de la literatura y la realidad, de la vida y el arte. Este extraño ser se refiere al tema de la siguiente manera:
La literatura le concede un gran lugar al tema del “doble”, alguien idéntico a ti que poco a poco te expulsa de tu propia vida, se apropia de tu territorio, de tus amistades, de tu familia, de tu trabajo, hasta transformarte en un paria e incluso trata de asesinarte... te debo decir que en realidad eres “el doble” y no el original. La identidad que crees tuya, tu ego, no es más que una copia pálida, una aproximación de tu ser esencial. Te identificas con ese doble tan irrisorio como ilusorio y de pronto aparece el auténtico. El amo del lugar vuelve a tomar el sitio que le corresponde. En ese momento tu yo limitado se siente perseguido, en peligro de muerte, lo que es cierto. Porque el ser auténtico terminará por disolver al doble. Nada te pertenece. Tu única posibilidad de ser es que aparezca otro, tu naturaleza profunda y te elimine. Se trata de un sacrificio sagrado en el cual debes entregarte por entero, sin angustias.
La mención de este asombroso charlatán, de este médico brujo, de este deforme chamán llamado Alejandro Jodorosky no me parece para nada desatinada, tomando en cuenta que creo ha hecho carne sus propias palabras, tomando en cuenta además que muchas de mis ideas sobre literatura provienen de un difuso recuerdo de ese prólogo que hiciera Octavio Paz para Las enseñanzas de don Juan explicando que uno de los méritos mayores de ese libro era la duda sobre si eso que teníamos frente a nuestros ojos era literatura o no, ficción o realidad.
Pues bien, como les dije, mi intención final es crear un Golem, no al modo del rabí Judá León -también brujo de Praga- sino un ser con vida propia, igualmente temeroso de los gatos, pero hecho de palabras, o mejor, de textos.
Para eso invoco su comprensión y ayuda tratando de salvar este siniestro proyecto, este proyecto sagrado, pidiéndoles nada más tres cosas:
1. Nadie vuelva a decir que yo soy el autor de este libro, NO LO SOY.
2. Nadie vuelva a decir que yo soy el autor de este libro, NO LO SOY.
3. Nadie vuelva a decir que yo soy el autor de este libro, NO LO SOY.
Y una cuarta:
4. Piensen de qué manera aquello de “cuando dos o más de ustedes se reúnan en mi nombre, estaré entre ustedes” es en último término parte de una fórmula para crear golems.
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