[Oda a la Melancolía de John Keats]. Por Juan Santander.
Entre el ciclo de odas redactadas por John Keats en el verano de 1819, se halla la curiosa Oda a la Melancolía. El poema, en la versión definitiva y que conocemos hoy, prescinde de una estrofa, anotada (entre otros) por Harold Bloom en su estudio sobre el poeta contenido en el volumen La compañía visionaria. No hay, por supuesto, indicio o noticia verdadera de tal exclusión, sin embargo, leído el poema, añadiéndole esta estrofra, presenta una estructura bien diferente a la forma editada.
..........................Aunque construyeras una barca de esqueletos,
.............y eligieras como mástil una horca fantasmal,
.............cosieras sudarios como vela,
.............para hincharla con gemidos de terror;
.............aunque tu timón fuera la cola de un dragón,
.............cortada hace tiempo pero rígida aún por la agonía
.............y tu cordaje los sesos del cráneo
.............de una Medusa calva, por cierto fracasarías
.............procurando la Melancolía - si ella
.............duerme en cualquier isla del monótono Leteo.
Este desechado comienzo agrega al poema, además de una estructura de cuatro estrofas, el refuerzo a la oposición entre la búsqueda de Melancolía y su llegada, o natural descenso al sujeto. Estos primeros versos son una exagerada parodia de la experiencia de lo atroz en el viaje marítimo (que puede leerse en La balada del anciano marinero de Coleridge). Se suceden las casi torpes imágenes de una embarcación construida con restos humanos y bestiales como una nave hórrida e imposible, donde el material de ésta y su uso, deberían hallar o procurar Melancolía, como una mezcla de cierto desajuste producido por el miedo y la inquietud que incitan a este tipo de travesías, travesías que pretenden procurarse aquel funesto estado. El fracaso anunciado para aquel que pretenda la búsqueda de Melancolía a través del viaje o el terror está sustentado en la inaccesible ubicación, o existencia, digamos, de ésta. Si ella duerme en cualquier isla del monótono Leteo, sugiere esta imaginaria o infranqueable ubicación, lo prescindible que es aquella búsqueda.
..........................No, no, no vayas al Leteo, ni despiertes
.............la maldición del lobo enraizada en venenoso vino.
.............No permitas que tu pálida frente sea besada
.............por el jacinto, uva rubí de Proserpina.
.............No hagas tu rosario de bayas,
.............ni dejes que el escarabajo o la mortífera polilla
.............sean tu triste Psique, ni la suave lechuza
.............compañera del misterio de tu tristeza.
.............Porque la sombra con la sombra adormece,
.............y ahogaría la angustia siempre alerta de tu alma.
El apóstrofe que inicia esta estrofa (la primera de la forma definitiva) es duramente central. Sencillamente, es el poeta pidiendo al lector que no muera, que no beba los venenos para acometer más allá de lo posible, la búsqueda de Melancolía. El viaje en la nave de huesos, se vincula en la necesaria y total inutilidad, con el inducido viaje a las orillas del Leteo. A modo de aviso desesperado, se pretende alejar al que escucha de las hierbas mortales, de ciertos animales llamados como símbolos de la muerte o la oscuridad. Psique, a quién Keats también le dedica una oda, está en este caso situada no como diosa sino como un componente de subjetividad. Ésta, no debería hacerse de alusiones o construcciones convencionales de tristeza para conducirse hacia Melancolía. En esta oposición entre búsqueda y llegada, Keats propone la autenticidad de Melancolía, frente al viaje, la muerte y a la representación convencional de ésta, como ruta innecesaria. La sombra con la sombra adormece, es decir, la réplica al lado de la búsqueda, es también inútil o vana, asegurando que un estado de alerta del alma basta para cantar la Melancolía, cuando ésta llegue naturalmente, al sujeto.
..........................Pero cuando el ataque de Melancolía
.............sobrevenga del cielo como nube llorosa
.............que nutre a las flores de inclinadas corolas
.............y cubre la colina con sudario de abril,
.............sacia entonces tu pena en la rosa temprana
.............o el arco iris de una ola de sal y de arena,
.............o en la abundancia de redondas peonías,
.............o si muestra tu amada cualquier vivo enojo,
.............toma su suave mano y deja que delire ............
.............y nútrete hondamente de sus ojos sin par.
Ésta es la caída de Melancolía. El poema sugiere imágenes o acciones, en este caso, para un descenso inmotivado o necesario. Resulta natural o común saciar la pena en flores o en los ojos de una amada, como concordancia emocional entre Melancolía y aquello que debería alejarse, desde un punto de vista de imágenes convencionales, de ella; más bien alejarla del sujeto: arco iris, flores ojos de la amada. Sin embargo, los versos aludidos no son irreductibles a esta enumeración; por ejemplo, el arco iris de una ola de sal y de arena, [the rainbow of the salt sand-wave] contrasta la normal significación positiva del fenómeno natural, con aquello que la forma: esta arena salina. Del mismo modo, los ojos de la amada están alterados, en vivísimo contraste con su suave mano. Los versos de la estrofa central están construidos de acuerdo, acaso, a la propia representación que Keats pretendía para Melancolía. Más allá de las imágenes convencionales, o gastadas, que sólo pretenden evocar, Keats escribe estas líneas aparentemente contrastantes donde la alegría, la tranquilidad o el placer son condición o consecuencia de un estado situado tan cerca de ellas. Para él, el único modo de ver a Melancolía es haber reventado en su paladar la uvas del Placer.
..........................¡Ah!, y en el mismo templo del Goce la velada
.............Melancolía tiene su santuario supremo,
.............que sólo ve el que estalla la uvas de la Dicha
.............en fino paladar con lengua vigorosa:
.............saboreará su alma esa fuerza afligida,
.............y penderá entre aquellos trofeos nebulosos.
Comentarios
bueno saluditos para el que creo este blog tan pero tan bueno